domingo, 16 de diciembre de 2007

Pobre espalda

Organizando todo para mi mudanza decidí realizar una venta de garaje, entre las cosas que estaban en venta se encuentra mi silla, la silla que me acompaño cinco de los seis años de carrera, la misma que me causaba aquellas agujetas en la espalda porque el respaldo, según yo, estaba muy atrás. Ayer vino una vecina a preguntar por la silla porque aparentemente tenía el mismo problema con la suya, mi sorpresa fue cuando ella me preguntó si el respaldo se podía graduar y yo dije no sé agachándome para "chequear", resulta que el respaldar SÍ se podía graduar y yo no sabía!!! Todos estos dolores de espalda fueron en vano, mi silla es perfecta y ahora me da aun mas pesar venderla!

Idea central: Estuve cinco años maldiciendo mi silla por los dolores de espalda sin saber que el respaldo se podía graduar.

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